a medida implica que las y los trabajadores en relación de dependencia que cobren más de 1.800.000 pesos de sueldo bruto ($1.494.000 netos), en el caso de los solteros, o más de 2.300.000 pesos brutos ($1.781.000 netos), en el caso de los casados, deberán pagar el Impuesto a las Ganancias.
Así, unos 800.000 trabajadores que están exentos actualmente volverían a pagar el impuesto en alícuotas que van del 5% al 35%.
No obstante, distintos sectores opositores a estas reformas denuncian la inconstitucionalidad de esta reforma, y advierten que será judicializada. Hay por lo menos 70 sindicatos que están dispuestos a presentarse en los tribunales.
Bajo la consigna «El salario no es ganancia«, estos sectores lograrían que la demanda tenga un efecto suspensivo de la norma, aunque esto dependerá la mirada particular de cada juez que resuelva.
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